martes, 15 de mayo de 2018

Bajo la policía celeste de Ben Clark

Ben Clark lee sus poemas de pie. «Hay que aprovechar este cuerpo», dijo, con entrenada ironía. Y empuñó el micrófono con la mano derecha y el libro con la izquierda y fue alternando la lectura de poemas de varios libros: por supuesto del último, La policía celeste, premio Loewe 2017; pero también de los dos anteriores, La Fiera y Los últimos perros de Shackleton, los libros que terminaron de poner su nombre en el panorama después de haber ganado el premio Hiperión en 2006 y el Ojo Crítico de Radio Nacional en 2014.
  Con tan solo 34 años, este poeta nacido en Ibiza en 1984, hijo de una familia galesa, ha ascendido como un meteoro con su escritura clara, aunque no sencilla, como se esmera en puntualizar. Dice que no se recuerda un instante de su vida en que no fuera bilingüe, aunque la poesía la escribe siempre en castellano. Se ha instalado en Málaga y se dedica a difundir sus libros por toda la geografía nacional en una gira que se está currando él mismo y que lo ha traído al Teatro Circo de Albacete, donde seguirá camino hacia Segovia, Plasencia y otros lugares castellanos. Una gira tan amplia que la podría firmar cualquier rockero.
   La poda de unas palmeras colapsó la avenida que enlaza el este de Málaga con el centro de la ciudad y le impidió subirse al tren. Pero, ni corto ni perezoso, se volvió a su casa, arrancó el coche y vino conduciendo hasta Albacete con el tiempo justo de darse una ducha, tomar una pinta y leer sus poemas. Tal vez por eso, entre pieza y pieza, bebía un sorbo grande de agua, como si estuviera corriendo una maratón, a punto de deshidratarse. Al mismo tiempo consultaba el guion de la lectura, anotado en su Iphone, que descansaba también sobre la mesa. 
  Ben Clark no se limita a leer, interpreta sus poemas mientras agita las manos. Al principio, sacudía con su mano izquierda el libro, hasta que un atento operario del Teatro Circo le incorporó un pie de micro para liberar sus gestos. Lo agradeció con mesura y respeto. Es un tipo educado este joven ibicenco que ha rendido homenaje en este último y galardonado poemario a sus padres y su casa y a los planetas que giran ofreciendo metáforas a nuestra vida cotidiana. 
  Sobre su cabeza, el techo estrellado del Teatro subrayaba el clima. «Sois un público silencioso» dijo en algún momento. Un público, en cualquier caso, compuesto por cerca de un centenar de personas que siguió con atención la lectura y prorrumpió al final en un aplauso tan transparente como la propia poesía que acababa de escuchar.


Reponiendo energías después de la lectura de Ben Clark. De izquierda a derecha, Isabel Molina, Rubén Martín, Antonio Rodríguez Jiménez, Valentín Carcelén, Arturo Tendero, Ben Clark, Javier Lorenzo y Verónica Hernández

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Estos artículos se han publicado los domingos en la página 2 del diario La Tribuna de Albacete